miércoles, 6 de noviembre de 2019

CHISPAZOS OTOÑALES

Tras el cambio de hora al llamado "horario de invierno" y con la vista puesta en la nueva edición de las Elecciones Generales en España, retomo, una vez más y no sin cierto "jet lag" o desfase temporal, la escritura de mi "blog chestertoniano".
En esta ocasión os ofrezco una muestra de chispazos otoñales, más largos de como los solía escribir antes, unos chispazos de otoño e invierno, chispazos binintencionados acerca de noticias relacionadas con Chesterton, con el Papa Francisco y la actualidad española e internacional. Helos aquí.

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ST. JOHN HENRY NEWMAN, SAN JUAN ENRIQUE NEWMAN

Tras varios años de Pontificado y haciendo un primer balance de la actividad, decisiones y forma de llevar a cabo su Ministerio Pontificio y su sacra labor pastoral, cabe decir que el llamado Papa Francisco, al menos a nivel popular y en España, no termina de caer bien, de congregar voluntades y de generar simpatías entre los fieles católicos, españoles, europeos y de todo el mundo.
Creo que todos, creyentes o no, apreciamos la humildad y sencillez de Francisco y valoramos positivamente las canonizaciones que ha otorgado a los "nuevos santos y santas" reconocidos por la Santa Iglesia católica, apostólica y romana.
Personalmente me hizo muchísima ilusión ver declarado Santo al gran Cardenal John Henry Newman, hoy San John H. Newman.

¡Rogad por Inglaterra, San Juan Enrique Newman, rogad por los ingleses y por todos nosotros! Amén.

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En cambio, me entristeció, como debió entristecer a los propios católicos ingleses y de otros lugares, saber que el actual Obispo de la diócesis inglesa de Northampton, diócesis a la que perteneció G. K. Chesterton, se negó a autorizar la apertura de su causa de beatificación. Sea lo que Dios quiera y no lo que los hombres queramos.

En cualquier caso, os pido a todos una oración para el Papa Francisco y me uno a ella, porque es sano y muy bueno el rezar por nuestros pastores, por nuestros obispos, presbíteros y diáconos: todos ellos, nos gusten o no, son "laboratores", "operatores" y "obreros de la Viña del Señor", al igual que lo somos nosotros, Iglesia, asamblea y Pueblo del Señor, redimidos todos por Él.

También pido que recemos por la salud del sabio y amable PP. Benedicto XVI (Joseph Ratzinger), su predecesor en la "silla de Pedro", desde donde también ejerció el Ministerium Petri. Recemos, pues, por la salud e intenciones del Papa Emérito Benedicto XVI. Ambos son hombres de Dios y de ambos está necesitada la Iglesia, como está necesitada del trabajo, las oraciones y la fe de todos sus hijos.

Esperemos que los pontificados de ambos, del Papa argentino, facundo y viajero, y el que pudo ejercer libre y voluntariamente el Papa alemán, humilde y sabio, sirvan para mejorar a nuestra madre, la Iglesia, y lleven siempre su nave a buen puerto.

Por tanto, queridos amigos, os ruego oraciones por las intenciones tanto de Su Santidad el Papa Benedicto XVI como de SS P. Francisco.

Dios nuestro Señor Jesucristo les bendiga a los dos, Nuestra Señora la Virgen María les proteja siempre de todo mal y el Espíritu Santo los guíe, ilumine, dé fuerzas y oriente bien, en esta época de errores, en estos duros tiempos de confusión, descuidos y extravíos. 

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En España continúa el bloqueo y la parálisis política: cuartas Elecciones Generales en cuatro años...

La situación se saldría de lo habitual pero siempre sería comprensible... Sin embargo, se ha vuelto irrespirable y casi insoluble, por la crisis en Cataluña: violencia, rebelión, motín, algaradas y combates callejeros por culpa de los políticos independentistas, secesionistas y separatistas que hoy, por desgracia, campan a sus anchas por buena parte de Cataluña, tierra que estimo mucho.

A esa crisis y a esa decadencia en la vida política española, se añade la crisis socioeconómica, moral, religiosa y de valores éticos. Tal vez el problema esté en el propio sistema de Gobierno que en su día nos dimos los españoles, y ahí es donde se torna endiabladamente complicado el problema.

Es decir que nuestra "Democracia" es más bien una corrupta y además imperfecta partitocracia, ese imperfecto "sistema de partidos" (the System Party, noción que debatieron en su época y ya emplearon Hilaire Belloc y los hermanos Gilbert y Cecil Chesterton), ese "sistema del partido en el poder", que se turna con otro partido y que vienen desarrollando las leyes emanadas de la Constitución Española de 1978, que tantos bienes ha dispensado a nuestra sociedad durante estos cuarenta y tantos años, pero que también es causa de muchos de los males que hoy vivimos y padecemos.

Belloc y los hermanos Chesterton, al contemplar la España y la Inglaterra de hoy, al Reino Unido que quiere "irse" de la Unión Europea, tal vez se horrorizarían; desde luego, estoy totalmente seguro de que verían con suma preocupación el casi eterno, intrincado, peliagudo, laberíntico y engorroso asunto del Bréxit.

Volviendo a España, ha quedado bien claro que el PSOE y el PP ocultaron a los mass media la corrupción, a lo que se une la apatía de los poderosos sobre los males de los pobres y débiles, se une a la incompetencia general de los gobernantes, a la enorme mediocridad de tantos y tantos personajes que odian a España, a la tristísima indiferencia del pueblo español, y al descontrol general con tantos meses de ausencia de Gobierno.

Seamos españoles de bien, de paz y de buena voluntad, huyamos de la guerra, del frentismo y el rencor, huyamos de la peste, de la guerra, de la división, de la desunión, y en cambio, si nos es dado, busquemos la concordia, el diálogo, la serenidad de sentarse a hablar de nuestros males y problemas, sin complejos; en definitiva, sepamos ver las necesidades de nuestro prójimo, que es el más próximo, nuestros vecinos, amigos, conocidos y familiares.

Sepamos, pues, ser también sana, amigable, sensata y justamente patriotas, tratemos de ser humildes defensores de la familia y de la vida en nuestra milenaria nación española, sea de la España continental o de la América española e ibérica, junto con nuestros amigos de Portugal y Brasil, naciones hermanas de España.

En fin, procuremos ser hombres y mujeres libres e iguales, leales, unidos, y, si tenemos el don de la Fe cristiana, procuremos ser colaboradores de las obras de Amor, fieles siempre a Nuestro Señor Jesucristo, devotos de su Obra y del Amor de Nuestra Señora, María.

Vivamos pacíficamente, confiando los unos en los otros, siempre bajo las mismas leyes, y todos de común acuerdo, rezando juntos (quien libremente quiera unirse a esas oraciones y rezos), tolerándonos unos a otros, con nuestra forma de ser, con nuestras peculiaridades, viendo que todos somos seres humanos, todos y cada uno de nosotros... Y todos, "hijos adoptivos" de Dios.

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Dios te bendiga, querido lector, Dios os bendiga a todos; que el Dios Justo y Misericordioso de Israel os bendiga a todos vosotros, estimados lectores de este Blog y a todos nosotros, fieles cristianos, nos protejan Nuestra Señora la Virgen María, Madre de la Iglesia y abogada nuestra, y su Santísimo Hijo, Jesús.


viernes, 9 de agosto de 2019

HABRÁ QUE ESPERAR... Sobre la causa de beatificación de Chesterton

Noticia en Religión en Libertad
Por el momento habrá que esperar, queridos amigos, para que se abra la causa de beatificación de nuestro querido y admirado Gilbert Keith Chesterton.

Tras la exhaustiva  investigación llevada a cabo en la diócesis de Northampton, el Obispo Peter Doyle, mediante una carta dirigida al señor Dale Ahlquist, presidente de la Sociedad Chestertoniana de América (American Chesterton Society), declaró, con pesar y contundencia, que a pesar de las muchas virtudes de Chesterton, de su bondad y de las miles de personas que, bajo la influencia de sus escritos, se han acercado al Catolicismo, él había decidido no autorizar ni avalar la apertura de la beatificación a Chesterton, por parte de la Iglesia católica.
Noticia en la revista Ecclesia digital

El Obispo fundamentaba su negativa sobre todo en tres razones: primera, la falta de un culto local numeroso en Inglaterra; segunda, la ausencia de un patrón de espiritualidad en su vida cristiana y, en tercer lugar, especialmente, por la cuestión del supuesto "antisemitismo" de Chesterton que, al parecer y al decir del Obispo Doyle, preocupa mucho hoy en día en el Reino Unido.

Mi sentimiento inicial fue de decepción, de inmensa decepción y de desilusión e incluso diría que, con todos los respetos, en mi humilde opinión, pensé que se estaba cometiendo una cierta injusticia para con la colosal figura, vida y obra del gigantesco autor, creador del Padre Brown; evangelizador ameno, decidido y entregado, desde antes de su conversión en 1922, y firme defensor de la Iglesia católica.


Noticia en el Catholic Herald UK

Lo confieso, amigos, ¿para qué negarlo? Sería un completo mentiroso si os dijera lo contrario. Confieso ahora que tales y en tal medida fueron mis sentimientos en el momento de conocer la triste noticia. Triste al menos para mí. No creo que nadie se haya alegrado al saberlo, ni siquiera los ateos más acérrimos ni los más tercos odiadores de todo lo que tenga que ver con la Iglesia y sus más preclaros y queridos hijos. 

Es justo y debido señalar aquí y ahora que supe de tan amarga noticia gracias a Elvira Díez @chestertoniana, una excelente persona, y muy buena amiga de estas páginas. ¡Gracias, Elvira! No daba crédito a mis ojos. ¿Cómo era posible? Pero era cierto. Luego lo confirmé al leer la información del Catholic Herald de Reino Unido y de la propia American Chesterton Society.

Incluso publiqué este tuit (ver al lado), para mostrar mi decepción y desacuerdo con las razones alegadas por Su Ilustrísima, el Obispo Bishop.
A ese sentimiento inicial, con el correr de los días, que siempre atemperan y vuelve reposado el ánimo inquieto de personas como yo, le ha sucedido una sensación de aceptación, de serenidad y confianza en la divina Providencia. Hay que aceptar la noticia con paciencia, pero sin renunciar a conseguir lo que tantas personas en el mundo deseamos con tanto fervor, en señal de gratitud por lo mucho que la vida, los libros y las ideas del gran escritor inglés nos han beneficiado e influido decisivamente en la conversión de muchos de nosotros.

Esto es, queremos que la santidad de Chesterton sea reconocida por la Iglesia católica, y seguiremos pidiéndosela a Nuestro Señor, al tiempo que pediremos la intercesión de Chesterton ante Él para que nos ayude a sobrellevar los golpes e infortunios de nuestra vida, nuestros pecados, nuestra falta de fe, amor o esperanza.

Esperanza, acabo de escribir. Ahí está la clave en este caso. Habremos de fortalecer nuestra esperanza, confiando en la divina Providencia y en que siempre ha de hacerse y cumplirse no nuestros deseos, sino la voluntad de Dios.

Al hilo de lo dicho, es también muy interesante la iniciativa "Candles for Gilbert", emprendida por la Sociedad
Chestertoniana de América y encabezada por el señor Dale Ahlquist, de encender velas digitales para apoyar la causa de beatificación de Chesterton. Ya lo están haciendo personas de todo el mundo. Os pongo aquí el enlace, por si deseáis uniros a esta buena iniciativa:

Candles for Gilbert


Os dejo también algunos enlaces a diversos medios españoles y extranjeros que en estos últimos días han dado cobertura a la noticia de la no apertura de la causa de beatificación de Chesterton:

-Noticia en el Catholic Herald UK (de Reino Unido)


-En el portal de la revista Ecclesia digital

-En Infocatólica (artículo de opinión de Juanjo Romero)

-En el portal de Religión en Libertad

-En la web de Religión Digital

-En la web de Aciprensa


Que paséis un muy feliz verano, amigos, que Dios os bendiga y Nuestra Señora os proteja siempre.

miércoles, 29 de agosto de 2018

AMO A LA IGLESIA, texto del Padre José Luis Martín Descalzo


Artículo enviado por mi buen amigo Luis Manuel V, SirLance. ¡Gracias, Luis, Dios te bendiga!
Abrazos.
Del Padre José Luis Martín Descalzo:
"Hoy, en medio de la vergüenza que produce el escándalo de los abusos por parte de miembros de la jerarquía de la Iglesia, quiero confesar mi amor a la Iglesia Católica. Entiendo todos debemos trabajar para erradicar las conductas contrarias al evangelio y custodiar la dignidad de las personas; siempre he creído que los delitos, con independencia de sus autores, no pueden quedar impunes.
Rezamos juntos por nuestra Madre la Iglesia. Este artículo de Martín Descalzo me ayuda a explicar lo que quiero compartir.
“A veces se ha puesto de moda hablar de la Iglesia con cierto desprecio y con ferocidad, yo diría, irracional. Y esto a uno le duele más cuando viene de los propios hermanos que están dentro de la Iglesia; ha quedado una especie de mancha oscura que será difícil de quitar y fue aquello que dijo alguien que ¡Ojalá no lo hubiera dicho nunca!: "Cristo, sí; Iglesia, no".
(...)
Hay muchas razones por las que amo a la Iglesia, pero cinco son las fundamentales:
1. Amo a la Iglesia porque salió del costado de Jesucristo
¿Cómo podría no amar yo aquellos por lo que Jesús murió? ¿Y cómo podría amar a Jesucristo sin amar, al mismo tiempo, aquellas cosas por las que Él dio la vida? La Iglesia, buena, mala, mediocre, santa y pecadora fue y sigue siendo la Esposa de Jesucristo. (...)
Pero me dirá alguien: ¿Cómo puedes amar a alguien que ha traicionado tantas veces al evangelio, a alguien que tiene tan poco que ver con lo que Cristo soñó que fuera? ¿Es que no sientes, al menos, nostalgia de la Iglesia primitiva? Sí, claro, siento nostalgia de aquellos tiempos en los que -como decía san Ireneo- la sangre de Cristo estaba todavía caliente y en los que la fe ardía con toda viveza en el alma de los creyentes. Pero ¿es qué hubiera justificado un menor amor la nostalgia de mi madre joven que yo podía sentir cuando era mayor? ¿Hubiera yo podido devaluar sus pies cansados y su corazón fatigado?
A veces oigo en algunos púlpitos o tribunas periodísticas demagogias que no tienen ni siquiera el mérito de ser nuevas. Las que, por ejemplo, hablan de que la Iglesia es ahora una Esposa prostituida.
Y recuerdo aquel disparatado texto que Saint-Cyran escribía a San Vicente de Paúl y que es, como ciertas críticas de hoy, un monumento al orgullo: Sí, yo lo reconozco: Dios me ha dado grandes luces. Él me ha hecho comprender que ya no hay Iglesia. Dios me ha hecho comprender que hace cinco o seis siglos que ya no existe la Iglesia. Antes de esto la Iglesia era un gran río que llevaba sus aguas transparentes, pero en el presente lo que nos parece ser la Iglesia ya no es más que cieno. La Iglesia era su Esposa, pero actualmente es una adúltera y una prostituta. Por eso la ha repudiado y quiero que la sustituya otra que le sea fiel. Me quedo con san Vicente de Paúl, que, en lugar de soñar pasadas y futuras utopías, se dedicó a construir su santidad, y con ella, la de la Iglesia; un río de cieno hay que purificarlo, no limitarse a condenarlo. Cristo no ha presentado ese supuesto libelo de repudio a su Esposa, más bien se ha esposado dando la vida.
2. Amo a la Iglesia porque ella y sólo ella me ha dado a
Jesucristo y cuanto sé de Él.

Ella no es Jesucristo, ya lo sé. Él es el absoluto, el fin; ella, sólo el medio. (...) Ella es la querida y única esposa que Jesucristo conquistó con su sangre y en cuyo seno renacemos para tu gloria, con cuya leche nos amamantamos, cuyo pan de vida nos fortalece, la fuente de la misericordia con la que nos sustentamos (san Agustín).
¿Cómo podría no amar yo a quien me transmite todos los legados de Jesucristo: la Eucaristía, la Palabra, la Comunidad de mis hermanos, la Luz de la esperanza, la entrañable Misericordia? Pero su historia es triste, está llena de sangres derramadas, de intolerancias impuestas, de legalismos empequeñecedores, de maridajes con los poderes de este mundo, de jerarcas mediocres y vendidos... Sí, sí, es cierto. Pero también está llena de santos.
3. Amo a la Iglesia porque está llena de santos.
Siempre que me monto en un tren sé que la historia del ferrocarril está llena de accidentes. Pero por eso no dejo de usarlo para desplazarme. La Iglesia -decía Bernanos- es como una compañía de transportes que, desde hace dos mil años, traslada a los hombres desde la tierra al cielo. En dos mil años ha tenido que contar con muchos descarrilamientos, con una infinidad de horas de retraso. Pero hay que decir que gracias a sus santos la compañía no ha quebrado. Es cierto, los santos son la Iglesia, son los que justifican su existencia, son los que no nos hacen perder la confianza en ella.
Ya sé que la historia de la Iglesia no ha sido un idilio. Pero, a fin de cuentas, a la hora de medir a la Iglesia a mí me pesan mucho más los sacramentos que las cruzadas, los santos que los Estados Pontificios, la Gracia que la Inquisición... ¿Estoy diciendo con esto que amo a la Iglesia invisible y no a la visible? No, desde luego. Pienso que tenía razón Bernanos al escribir: La Iglesia visible es lo que nosotros podemos ver de la invisible y que como nosotros tenemos enfermos los ojos sólo vemos las zonas enfermas de la Iglesia.
Nos resulta más cómodo. Si viéramos a los santos, tendríamos la obligación de ser como ellos. Nos resulta más rentable tranquilizarnos viendo sólo sus zonas oscuras, con lo que sentimos, al mismo tiempo, el placer de criticarles y la tranquilidad de saber que todos son tan mediocres como nosotros.
4. Amo también a la Iglesia porque es imperfecta.
No es que me gusten las imperfecciones de la Iglesia, es que pienso que sin ellas hace tiempo que me habrían tenido que expulsar a mí de ella. A fin de cuentas, la Iglesia es mediocre porque está formada por gentes, como tú y como yo. Oh -decía Bernanos- si el mundo fuera la obra maestra de un arquitecto obsesionado por la simetría o por un profesor de lógica, de un Dios deista, la santidad sería el primer privilegio de los que mandan; cada grado de la jerarquía correspondería a un grado superior de santidad, hasta llegar al más santo de todos, el Papa, por supuesto. ¡Vamos! ¿Y os gustaría una Iglesia así? ¿Os sentiríais a gusto en ella? Dejadme que me ría.
Lejos de sentirnos a gusto, os quedaríais en esta congregación de superhombres dándole vueltas entre las manos a vuestra boina, lo mismo que un mendigo a la puerta del hotel Ritz. Por fortuna, la Iglesia es una casa de familia donde existe el desorden que hay en todas las casas familiares, siempre hay sillas a las que falta una pata, las mesas están manchadas de tinta, los tarros de confite se vacían misteriosamente en las alacenas, todos lo conocemos bien por experiencia.
En rigor todas estas críticas que proyectamos contra la Iglesia deberíamos volcarlas contra cada uno de nosotros mismos. Non in se, sed in nobis vulneratur Ecclesia. Caveamus igitur, ne lapsus noster vulnus Ecclesiae fiat (No en ella misma, sino en nosotros, es herida la Iglesia, tengamos, pues, cuidado, no sea que nuestros fallos se conviertan en heridas de la Iglesia).
5. Amo a la Iglesia porque es mi Madre.
Ella me engendró, ella me sigue amamantando. San Atanasio se asía a la Iglesia como un árbol se agarra al suelo. Orígenes decía que La Iglesia ha arrebatado mi corazón; ella es mi patria espiritual, ella es mi madre y mis hermanos.
Amo a la Iglesia, estoy con tus torpezas,
con sus tiernas y hermosas colecciones de tontos, 
con su túnica llena de pecados y manchas.
Amo a sus santos y también a sus necios.
Amo a la Iglesia, quiero estar con ella.
Oh, madre de manos sucias y vestidos raídos,
cansada de amamantarnos siempre,
un poquito arrugada de parir sin descanso.
No temas nunca, madre, que tus ojos de vieja
nos lleven a otros puertos.
Sabemos bien que no fue tu belleza 
quien nos hizo hijos tuyos, 
sino tu sangre derramada al traernos.
Pero eso cada arruga de tu frente nos enamora
y el brillo cansado de tus ojos nos arrastra a tu seno.
Y hoy, al llegar cansados, y sucios, y con hambre, 
no esperamos palacios, ni banquetes, 
sino esta casa, esta madre, 
esta piedra donde poder sentarnos”

martes, 29 de diciembre de 2015

FELICES FIESTAS Y VENTUROSO AÑO 2016

¡¡¡FELIZ NAVIDAD, AMIGOS!!!

Que paséis unas muy felices fiestas navideñas en compañía de vuestros familiares y que la alegría, la esperanza y el Amor del Niño Santo nacido en Belén, así como su Fe y su Luz, llenen nuestros corazones para siempre.

EL BLOG DE HILAIRE, GILBERT Y FRANCES OS DESEA UN FELIZ, PRÓSPERO Y VENTUROSO 2016. QUE VENGA LLENO DE COSAS BUENAS PARA TODOS.

 

QUE NUESTRO SEÑOR OS GUÍE Y LA VIRGEN OS PROTEJA SIEMPRE.


RECUERDOS A TODOS LOS AMIGOS DE ESTAS PÁGINAS.

SED MUY FELICES.


Hasta siempre.

domingo, 15 de noviembre de 2015

EL HONOR DE ISRAEL GOW (en vídeo)

Hace mucho tiempo, en una entrada anterior, hablé de los cuentos que componen El candor del Padre Brown. Tal vez alguno de vosotros lo recuerde... Por si acaso, dejo enlace a la entrada donde comenté uno de esos cuentos, "El honor de Israel Gow".

Es una de mis historias favoritas, de lo mejor del libro, siendo todos relatos perfectos, llenos de colorido (no en vano, Chesterton era un gran pintor, metido a escritor y periodista, o al revés, quizá), de humorismo sano y encantador, de una buena filosofía de la vida, de la fe en los hombres, del amor de Dios (y a Dios), de agudos y finos pensamientos, con personajes entrañables, valientes, muy caballerosos (salvo algún que otro asesino...) y honrados, además de proponer unas memorables tramas que figuran en el imaginario colectivo de muchos de sus lectores y, desde luego, figurarán en el mío propio, mientras tenga memoria para recordarlos.

Era también uno de los cuentos favoritos de uno de los
mejores lectores del narrador inglés, el autor argentino Jorge Luis Borges. Para el sabio escritor y avezado "devora libros" que fue Borges, los cuentos de Chesterton son apólogos, es decir, historias con intención moral o moralizante. De ellos no solo se obtiene un placer estético; tras su lectura, con asombro y encanto, muchos de nosotros descubrimos que somos mejores, que la historia ha servido como catarsis purificadora y tal vez como lección para aplicarla a nuestra vida cotidiana. 

Os invito a releer el cuento y, en esta ocasión (para los que os manejéis con el inglés británico), quisiera dejaros un vídeo donde actores ingleses dramatizan ese inolvidable historia. 



Espero que os guste. Saludo a todos, con mis mejores deseos. Dios os bendiga, queridos amigos, y que Nuestra Señora, os proteja siempre y en todo lugar. Hasta pronto.

jueves, 9 de abril de 2015

UNA ORACIÓN EN LA OSCURIDAD


Tras las celebraciones de esta Semana Santa, momento de intensa oración y recogimiento, para tener siempre en mente la Cruz del Señor, y todo lo que ese instante mortal significó entonces, significa y lo será para siempre, creo que a vosotros, queridos amigos chestertonianos, tal vez os guste leer esta "Oración en la oscuridad" escrita por Gilbert Keith Chesterton


La versión en castellano que os ofrezco nació de mi escaso intelecto; ruego, pues, que la leáis con ojos de bondad y que los entendidos en inglés la juzguen generosamente, como así harán, sin duda, pues ni soy un experto traductor ni presumiré nunca de mis conocimientos de la lengua inglesa.

Espero que os guste y os sirva tal vez para reflexionar sobre la trascendencia de la vida, y lo que supone una vida sin la mirada puesta en Dios, es decir, una vida olvidada de todo vestigio de Fe.

Como siempre en este blog, figura primero el original en inglés y le sigue mi pobre, pálida e imperfecta versión del poema chestertoniano. Que Dios os bendiga y la Virgen os proteja siempre.

A PRAYER IN DARKNESS

This much, O heaven—if I should brood or rave,
Pity me not; but let the world be fed,
Yea, in my madness if I strike me dead,
Heed you the grass that grows upon my grave.

If I dare snarl between this sun and sod,
Whimper and clamour, give me grace to own,
In sun and rain and fruit in season shown,
The shining silence of the scorn of God.

Thank God the stars are set beyond my power,
If I must travail in a night of wrath,
Thank God my tears will never vex a moth,
Nor any curse of mine cut down a flower.

Men say the sun was darkened: yet I had
Thought it beat brightly, even on—Calvary:
And He that hung upon the Torturing Tree
Heard all the crickets singing, and was glad.

UNA ORACIÓN EN LA OSCURIDAD

Este rincón, Oh Cielos (si yo anduviera en desvelos o delirios,
No os apiadéis de mí; mas dejad al mundo en sus hastíos,
Sí, así es; si en mi locura, me viera golpeado por la muerte),
Mirad este rincón, mirad mi tumba, donde la hierba crece.

Si, en mi osadía, contendiese entre esta tierra y el Sol,
Entre el llanto y el ruido, dadme vuestra bendición,
Haga sol, o llueva o dé frutos la nueva estación,
En el brillante silencio del escarnio de Dios.

Gracias a Dios las estrellas están lejos de mi poder,
No sea que me mortifique en una noche de furor;
Gracias a Dios mi llanto nunca herirá ni a una polilla,
Ni tampoco ninguna maldición mía cortará una flor.

Dicen los hombres que el Sol se oscureció: aún creí
Que brillaba su resplandor, incluso en el Calvario:
Y que Aquel que en el Árbol de la Cruz fue colgado
Escuchó a los grillos cantando... Y fue feliz.
 

lunes, 9 de marzo de 2015

LEYENDO A LOVECRAFT

Ha querido la casualidad que en estos últimos días me acerque a algunos relatos del escritor Howard Phillips Lovecraft (1890-1937), un autor tan aparentemente alejado del estilo chestertoniano, aunque en algunos relatos del inglés se adivinan elementos de lo fantástico que cuadrarían bastante bien en las fantasmagorías y pesadillas imaginadas por el narrador de Providence.

He dicho que la casualidad ha querido que me entregue a la lectura de esos relatos y, realmente, más que la casualidad ha sido el hecho de que mi querida esposa me incitase a participar en un concurso de cuentos donde se trataba de imitar el estilo y los temas de Lovecraft. 

Al final, la falta de tiempo, como suele suceder, me ha impedido escribir un relato que evocase los célebres "mitos de Cthulhu" (tal vez lo haga en otra ocasión), pero esta circunstancia me ha deparado la fortuna de poder conocer un poco mejor el universo lovecraftiano, en especial lo que se refiere a los citados mitos.

He podido leer algunos relatos del autor norteamericano en diversas antologías y, de entre los leídos, mis favoritos son "En la noche de los tiempos", "La sombra sobre Innsmouth" y "La maldición que cayó sobre Sarnath". En estas narraciones late el talento de Lovecraft para crear suspense y atrapar al lector en una red de dudas, visiones, ensueños y emociones. Sin duda, es un maestro en la creación de ambientes lúgubres y de personajes atormentados. Leyéndole casi le entran a uno las ganas de buscar el famoso y horripilante libro del Necronomicón... Aunque hay lecturas que vale más ignorar, ¿no os parece?

Es una lástima que este autor muriera demasiado joven, sin haber acabado toda esa fascinante mitología. Sin embargo, también es una suerte que otros autores contemporáneos suyos recogieran el testigo y alimentasen nuestra fantasía con imaginativas historias ambientadas en ese universo de lo oculto, lo ancestral y primigenio.

Espero que, si vosotros también os acercáis a los libros de H.P. Lovecraft, disfrutéis tanto como yo con sus terribles e inquietantes creaciones. No me cabe duda de que su lectura no os decepcionará.

Que Dios os bendiga y la Virgen os proteja siempre.


CHISPAZOS OTOÑALES

Tras el cambio de hora al llamado "horario de invierno" y con la vista puesta en la nueva edición de las Elecciones Generales en ...